Una de las cosas que aprendí con Educa fue que uno siempre termina yendo al lugar que más encaja con su perfil y después de casi tres años en la Universidad de Georgetown puedo decir que verdaderamente me siento así. Yo nací y crecí en una familia católica, fui a un colegio católico y siempre me gustó poder involucrarme en espacios donde se pudiera profundizar la fe y en actividades que tuvieran como fin ayudar a los demás.
Sin embargo, poco sabía sobre la magnitud de oportunidades que iba a poder experimentar formando parte de esta casa de estudios.
Durante el mes de junio del presente año tuve la oportunidad de viajar a España como parte del programa de inmersión MAGIS de la Universidad de Georgetown. Fundada en 1789 por John Carroll, la Universidad de Georgetown es una institución superior jesuita. Por ende, al conmemorarse los 500 años de la Batalla de Pamplona, lugar en donde Iñigo de Loyola empezaría su transformación al catolicismo, la universidad decidió emprender un viaje de peregrinación a España siguiendo los pasos de San Ignacio de Loyola.
Previo a comenzar el viaje, se nos asignó la autobiografía de San Ignacio de Loyola para poder entender con más claridad el propósito de nuestro peregrinaje. No obstante, tuve la buena suerte de haber llevado un semestre antes el curso de teología denominado “Jesuitas: Misiones y valores” a través del cual pude conocer más acerca del enfoque educativo de la Compañía de Jesús y sobre la vida de su fundador. Partí desde Lima con rumbo a Madrid, y tuvimos un primer día de inmersión cultural en la capital de España. Era mi primera vez en el viejo continente, así que todo en el viaje era nuevo para mí: Visitamos el Museo del Prado, Reina Sofía, la Plaza Mayor, el Mercado de San Miguel, entre otros. Este fue nuestro primer día, pero el peregrinaje, empezaría al día siguiente con rumbo a Loyola en el País Vasco.
Está en la parte norte de España, llena de áreas verdes y rodeado por montañas. Era un lugar muy tranquilo y la Basílica de Loyola me hacía recordar al Capitolio de Estados Unidos, ya que las dos estructuras se encuentran al final de una avenida grande y poseen un domo en su parte superior. Al costado de la Basílica se encuentra el Castillo de la Familia Loyola, lugar de nacimiento y crianza de San Ignacio. El interior del Castillo está intacto y pudimos visitar la habitación de San Ignacio, lugar donde después de ser herido en la batalla de Pamplona comenzaría su conversión. Gregory Schenden, S.J. era el padre jesuita de la universidad que nos acompañó en el viaje y presidió una Misa dentro de dicha habitación y todos los presentes pudimos sentir un verdadero momento de fe.